Me levantaba a las 8.30 am , bueno en realidad me levantaban. Desayunaba en compañía de mi abuela y mis bisabuelos, algunos tíos abuelos que llegaban por la mañana a saludar a mis bisabuelos o por asuntos de ganadería, mi familia es ganadera. A las 9 me llevaban al preescolar, jardín de niños, Kinder; y era el niño grande, el negrito sandía, etcétera etcétera, el tiempo transcurría lento en salones, patio, juegos, cicatrices, lágrimas y almuerzos.
A las 12 llegaban por mi, abecés tenia una estrella en la frente pero la mayoría del tiempo orejas de burro por mal comportamiento. Por la tarde comía y me escapaba a jugar con mis primos contemporáneos, eramos Power Rangers, arquitectos, exploradores, e imitadores de dramas familiares que llevábamos a nuestros juegos inconscientemente. Con el tiempo hubo futboll y otros intereses, me quede solo.
Regresando, por la noche llegaba mi madre; lo mas esperado del día, también llegaba mi tío abuelo Alvaro, peleábamos por la televición de la sala. Cenar y dormir, y una y otra vez rutina infantil.
